Piratas y corsarios

Los cañones que aún se pueden ver en el Fuerte Warwick, en Santa Catalina, son un vestigio del siglo XVII, cuando los ingleses se asentaron por primera vez en Providencia y desde allí defendían la isla de ataques de españoles. Los españoles intentaron tomarse varias veces las islas porque estaban cansados de que corsarios y piratas ingleses que tenían como base a Providencia, robaran embarcaciones cargadas de riquezas que ellos antes habían saqueado de países de América que en ese entonces estaban colonizados por la corona de España.

España logró tomarse Providencia y Santa Catalina en 1641 y desde entonces hasta 1677, ingleses y españoles se toman las islas alternadamente en batallas que implican ataques de piratas, entre los cuales el pirata Henry Morgan permanece en la memoria local; incluso se dice que escondió en las islas uno de sus tesoros y que permanece aún enterrado. Se puede ver además en Santa Catalina una formación rocosa con forma perfecta de cabeza, a la que han nombrado La Cabeza de Morgan.

Hay información de que en 1688 las islas estaban deshabitadas; tanto ingleses como españoles habían perdido el interés en ocuparlas.

El origen de la población nativa actual

El origen de la población étnica que habita en el Archipiélago, hoy denominada raizal, inicia con un nuevo proceso de colonización que se estableció en 1730 por personas de Gran Bretaña y del Caribe Británico (la mayoría de Jamaica y Costa de Mosquitos) las cuales llevaban consigo personas esclavizadas originarias del occidente de África.

A pesar que en 1783, por el tratado de Versalles, Inglaterra reconoció la independencia de trece colonias americanas y acordó con España el retiro de colonos ingleses que vivían en el Archipiélago, España permitió que permanecieran en las islas bajo determinadas cláusulas; una de ellas, que se convirtieran a la religión católica, lo cual no sucedió.

San Andrés, Providencia y Santa Catalina se adhieren a la Gran Colombia

La independencia de Colombia de España se declara el 20 de julio de 1810. En 1822, los isleños se adhieren voluntariamente a la naciente Gran Colombia aceptando la constitución de Cúcuta. Los gobernantes fueron nombrados desde Cartagena, la sede del Gobierno se trasladó de Providencia a San Andrés, donde había mayor número de habitantes.

A partir de 1830 Providencia pierde importancia por su posición estratégica y San Andrés empieza a tener mayor protagonismo; en 1850 se convierte en la mayor exportadora de coco hacia Estados Unidos.

El fin de la esclavitud

Habitaban en las islas ingleses colonizadores, por lo tanto, cuando el reino de Gran Bretaña ordenó la emancipación de todos los esclavizados en las colonias del Caribe, esta instrucción llegó hasta el Archipiélago. Philip Beekman Livingston, cuya familia tenía tierras y esclavos en las islas, regresó desde Jamaica enviado por su madre para cumplir con el mandado de la corona y llevar el mensaje a otros propietarios.

Como en el resto del Caribe con influencia colonial inglesa, la fecha de emancipación se registra en agosto de 1834. En las islas se repartieron tierras entre los esclavizados, sin embargo la liberación total no se da sino hasta 1853, aunque la Ley de emancipación en Colombia existiera desde 1851.

Un proceso de nacionalización

Desde comienzos del siglo XX se tomaron medidas para que la población de las islas adquiriera costumbres que el gobierno nacional consideró representativas de la identidad colombiana. Para entonces en las islas se practicaban las religiones bautista y adventista y se hablaba en una lengua caribeña propia con una fuerte base en inglés, la que hoy se denomina creole. Las actividades de subsistencia se basaban en la agricultura y la pesca principalmente.

Con el plan de nacionalización se buscó introducir la religión católica y el idioma español principalmente. Las primeras misiones católicas en las islas se realizaron entre 1902 y 1926 por sacerdotes estadounidenses e ingleses los cuales no interfirieron con las prácticas existentes. En 1927 en cambio, llegaron los misioneros y monjas de la orden capuchina del interior del país quienes prohibían el inglés en las escuelas, censuraban las religiones bautista y adventista, era obligatorio practicar los ritos católicos; negaron becas de educación superior para estudiantes no católicos. Estas acciones contribuyeron a un interés de la población por mantener sus prácticas culturales y sus tradiciones.

El turismo se convierte en la actividad principal de las islas

Se declara a las islas puerto libre en 1953, a partir de entonces el comercio pasó a ser la principal actividad económica y San Andrés se consolidó como proveedor de diferentes bienes que entraban al país. El auge económico promovió la inmigración de nacionales y extranjeros quienes emprendieron sus propias empresas o aprovecharon la demanda de mano de obra. Providencia y Santa Catalina, mantienen un crecimiento sustentable con la población y el medio ambiente.

En 1992 se acabaron los privilegios del puerto libre y el turismo se convirtió en la actividad económica principal de las islas. Se ha creado una infraestructura para recibir visitantes y la oferta de servicios turísticos ha crecido y se ha diversificado.

Protección de la cultura y el medio ambiente

Con la constitución de 1991 el territorio insular fue declarado Departamento Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Esta Constitución protege la multiculturalidad del país. La población nativa logró que el Estado la reconociera como raizal y se han consolidado acciones para la reivindicación de la comunidad en el ámbito social, económico, cultural y medioambiental.

Se ha dado importancia a la protección de los recursos naturales y de las prácticas culturales tradicionales que también se incorporan dentro del circuito turístico, con la creación, por ejemplo, de posadas nativas.

Reserva de Biosfera

La Unesco declaró al Archipiélago Reserva de Biosfera Seaflower en el año 2000, dada la conservación de la riqueza ambiental y cultural de las islas. El diseño del área marina protegida lo realizó la institución ambiental de las islas Coralina; el Ministerio de Ambiente las declaró legalmente en 2005.

En Seaflower se encuentra una gran diversidad biológica, tiene más de 2.000 km2 de manglares, pastos marinos y el arrecife coralino más grande del Caribe.

El fallo de la Haya sobre el territorio

En 2001 Nicaragua reclama ante el Tribunal Internacional de Justicia de la Haya posesión de las islas, omitiendo que el tratado Bárcenas Esguerra de 1928 que ratificaba la soberanía de Colombia sobre las islas. En el fallo de noviembre de 2012, la CIJ corrió el límite marítimo del meridiano 82 a 79.5 lo que significa que le cedió a Nicaragua el 50% del mar territorial, que es a su vez es el 54% de Reserva de Biosfera Seaflower y también el que cuenta con mayores recursos de pesca.

En 2013 el Gobierno colombiano anunció que el fallo de la Haya se acata pero no se aplica hasta que no se celebre un tratado que defienda los derechos de los colombianos. El gobierno ha incluido a profesionales raizales en la revisión y en busca de soluciones al respecto.

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